El aprendizaje se define en términos de los cambios relativamente permanentes debidos a la experiencia pasada, y la memoria es una parte crucial del proceso de aprendizaje, sin ella, las experiencias se perderían y el individuo no podría beneficiarse de la experiencia pasada. A menos de que, de cierta manera, el aprendizaje previo pueda grabarse, no podría utilizarse en fecha posterior y por ello no se estaría en posición de beneficiarse de la experiencia pasada. Sin embargo, es muy difícil tratar de definir el aprendizaje y la memoria de manera independiente uno de otra, ya que ambos representan dos lados de la misma moneda: a) el aprendizaje depende de la memoria para su permanencia y, de manera inversa, B) la memoria no tendría "contenido" si no tuviera lugar el aprendizaje. Por tanto, puede definirse a la memoria como la retención del aprendizaje o la experiencia; En palabras de Blakemore (1988), "En el sentido más amplio, el aprendizaje es la adquisición de conocimiento y la memoria es el almacenamiento de una representación interna de tal conocimiento. Existe otro paralelo interesante entre los dos temas hermanos del aprendizaje y la memoria, a saber, que ambos, tuvieron una prominente representación en los primeros días de la psicología como ciencia. William James (1890), uno de los primeros de la psicología, fue sin lugar a dudas el primero en hacer una distinción formal entre memoria primaria y secundaria, las cuales corresponden, en forma respectiva, a la memoria a corto y a largo plazo; esta distinción reside en el centro del muy influyente modelo de almacenamiento múltiple de Atkinson y Shiffrin (1968).
En general, se considera que Hermann Ebbinghaus (1885) es el pionero en el estudio experimental de la memoria. Durante gran parte de la primera mitad del siglo XX, la memoria no constituyó un tema respetable para los psicólogos experimentales, lo que refleja el dominio del conductismo. Sin embargo, algunos conductictas, en particular en EUA, estudiaron la "conducta verbal" utilizando el aprendizaje de pares asociados, en el cual se representan pares de palabras no relacionadas, donde el primer miembro del par representa el "estímulo" y el segundo la "respuesta".
En este enfoque asociacionista hizo que el estudio de la "MEMORIA" tuviera una posición firme dentro del marco conceptual conductista y se le observa de manera más clara en la teoría de interferencia que es una de las principales teorías del olvido. Desde la revolución cognoscitiva en el decenio de 1950, la memoria se ha vuelto un tema integral dentro del enfoque del procesamiento de información, cuyo núcleo es la analogía con la computadora.